Uno de los recuerdos más entrañables que tengo de mi niñez, es el momento en el que mi iaia sacaba las cajas con fotografías familiares y me contaba historias sobre nuestra familia. Me narraba reencuentros, momentos sorprendentes y otros difíciles.
Un día entendí que lo que parecía una película eran fragmentos que formaba parte de mi, de mi propia historia. Creo que es un privilegio poder conocer mi historia familiar, saber de donde vengo.
Con el tiempo descubrí que había algo que me apasionaba: Las relaciones y las grandes historias de gente corriente, por ese motivo mi primer impulso fue dedicarme al mundo sanitario, al cual le dediqué varios años de mi vida, pero siempre con un ojo puesto en la cámara. Alfinal, decidí apostarlo todo estudiando fotografía y dedicándome exclusivamente a ello.
Mi lado sanitario me ayudó a empatizar y comprender mejor a las personas.
Eso es lo que busco en todos mis trabajos fotográficos, los elementos clave para conseguir que las historias vividas se desplieguen de nuevo ante ti, siempre que te apetezca volver a vivirlas.
El día de la boda estuvo constantemente pendiente de nosotros y los invitados y qué decir de la postboda… Estamos encantados con ella